Wednesday, January 24, 2007

Al pan, pan y al vino, vino

Aquí seguimos, día a día viendo la evolución del peque, cada vez más ducho en el arte del gateo (de momento sólo intento) y cada vez con un vocabulario más amplio (hemos pasado del "te" y el "pe" al "ta" y el "pa"...el "papá" está a la vuelta de la esquina ;-) Sin embargo hoy vamos a hablar de la evolución en otro campo: el gastronómico.

Todavía no ha asomado ningún diente en la boca de Mario, aunque las babas y la ansiedad por morderlo todo parecen presagiar que lo harán en breve. Sin embargo, eso no es impedimento para que ya hayas empezado con algo de "dieta sólida". Ahora, a las galletitas sin gluten que acompañan al potito de las meriendas y que ya vienes tomando desde hace un tiempo, has incorporado un nuevo elemento: el pan de harina de trigo.

Aquí te tenemos, compartiendo mesa y mantel con tus padres, mientras ellos se comen un cocido, tú das cuenta de tus trocitos de pan. Y la verdad es que en esto podemos decir que has salido a tu abuela paterna (o a tu "tito" Juan ;-), porque realmente lo disfrutas. Tanto es así, que cuando te lo retiramos porque ya empieza a ser peligroso que te tragues algún trocito y te atragantes, te pones hecho un basilisco.

Y eso que de momento sólo es pan, pero cuando empiezes a acompañarlo de chocolate, o mejor aún, de jamón ibérico junto a un buen vino, no vas a querer probar otra cosa. Eso sí, para eso tendremos que esperar un tiempo, pero todo se andará.

Thursday, January 18, 2007

De visita al hospital

Todo ha quedado en un sustillo, pero la verdad es que a nadie la agrada visitar un hospital y menos cuando el afectado apenas ha cumplido los 7 meses de edad.

Pues sí, queridos amigos, Mario ha estado ingresado la semana pasada en La Paz desde la madrugada del miércoles hasta el domingo. ¿El motivo?, una bronquiolitis con broncoespasmo, que así dicho suena horrible pero que no fue más que que un pequeño susto provocado porque, los mocazos que lleva arrastrando todo el invierno, se bajaron de las vías respiratorias altas a las bajas (bronquios) provocando dificultades para respirar correctamente.

La verdad es que la noche que ingresaste sí que parecías un poco malito, lloriqueando a menudo y tan sofocado que nada más llegar te pusieron aerosoles para respirar mejor, pero ya al día siguiente, y de ahí hasta el domingo, más que ingresado parecía que estabas de vacaciones con unas ganas de marcha y unas sonrisas que has cautivado a enfermeros, personal de limpieza, médicos y en general todo aquel que pasaba a visitarte, llegando a decir que eras el niño más simpático de toda la planta ;-)


Incluso estos días en el hospi has progresado un montón en tu crecimiento, y ya te arrancas con sonidos más cercanos a lo que es el lenguaje hablado con "tes" o "pes", por no hablar de tu habilidad para intentar saltar de la cama y tu querencia a empezar en breve a gatear.

En fin, que al final no ha sido para tanto y ya estás de vuelta en casita con unos nuevos aparatejos para terminar de curarte y no tener que volver al hospital en mucho tiempo.


Eso sí, en el futuro cuando te pregunten si alguna vez has estado hospitalizado ya puedes contestar que sí, aunque seguramente tú no te acuerdes lo cual será una estupenda señal ;-))

Ya vinieron los Reyes...

Se acabaron tus primeras Navidades entre nosotros con el momento más deseado por cualquier niño (y muchos mayores) cuando llegan estas fechas del calendario: la visita de los Reyes Magos de Oriente que van dejando presentes en las casas a aquellos niños que se han portado bien a lo largo del año.

Como tú te has portado estupendamente y has sido un niño muy bueno te han traído muchas cosas los Reyes, aunque quizás tu cara no refleje el entusiasmo que debería abriendo los regalos porque eres demasiado pequeño y casi te gusta más el envoltorio que lo que viene dentro.


Hagamos recuento de regalos. Te han traído: un libro del elefante tembloroso, un tambor la mar de divertido, unos muchecos de epi, blas y el monstruo de las galletas, un payasete tentetieso, un peto marrón, un chalequito la mar de elegante, una chaquetilla de lana y seguro que se me olvida alguna cosa más. Vamos, que tenemos la casa que no cabemos con tantos juguetes como tienes.


Este año los Reyes han tenido que decidir los regalos por tí, pero el año que viene ya tendrás que empezar a escribirles la carta con tus peticiones....pero no te confíes que a los niños malos les traen carbón ;-)